Últimamente nos hemos aficionado a hacer esta receta en casa. La primera vez que la vimos fue en esta página: Tartas Sin Gluten. Hay muchas versiones. Pero todas coinciden en la sencillez y en la rapidez con la que se hace. Cada vez que lo hacemos, vamos cambiando las harinas y las semillas para probar con diferentes sabores. Pero esta es una de mis combinaciones favoritas.
Ingredientes:
- 450 g de harina panificable. Puede ser cualquier harina panificable que tengáis en casa o incluso mezclar varias, según gustos. En casa tenemos distintas opiniones de que harina nos gusta más. Yo prefiero Proceli porque queda más blandito.
- 100 g de harina de trigo sarraceno. Puede usarse arroz, arroz integral, teff, quinoa, etc.
- 500 ml de agua con gas
- 40 ml de aceite de oliva virgen
- 25 g de levadura fresca
- 1 cucharada de miel de caña
- 1/2 cucharadita de goma xantana
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de semillas de amapola
- Sal gorda o en escamas
Preparación:
El amasado lo hacemos con la Thermomix, pero se puede usar otra máquina. A mano es muy complicado porque es una masa pegajosa muy difícil de manejar.
Lo primero que hacemos es templar el agua junto con la levadura y el aceite. Colocamos estos 3 ingredientes en el vaso y programamos 37ºC, 2 minutos, velocidad 2.
A continuación añadimos la miel de caña, las harinas, la sal, las semillas y la goma xantana. Amasamos 5 minutos a velocidad espiga. La masa queda consistente pero muy pringosa.
Untamos un molde pyrex con aceite y espolvoreamos un poco de harina en la tapa. Ahí es donde pondremos nuestra masa y taparemos con la base. Es decir, pondremos el pyrex al revés. Así la forma del pan queda mejor y es más fácil sacarlo.
Ahora podemos hacerlo de dos formas.
A) Echar harina generosamente en la encimera y en nuestras manos. Volcamos la masa encima y volteamos dándole forma de hogaza. Solo lo justo para que sea manejable y se le pueda dar forma
B) Esta forma es mi preferida. Echamos directamente la masa en el pyrex untado con aceite y con harina. Con una espátula le damos forma redonda. Me gusta más esta opción porque así no le añado más harina a la masa. Además es más limpia, no mancho la encimera. No queda una hogaza de forma tan perfecta, pero tampoco queda mal.
Una vez dentro del pyrex y con la forma de hogaza, le damos unos cortes para darle un aspecto rústico y le ponemos unas escamas de sal gorda por encima y espolvoreamos un poco de harina.
Cerramos el pyrex y con el horno frío, sin precalentar, lo metemos sobre la bandeja. Horneamos 1 hora a 200ºC. Una vez horneado, lo sacamos con cuidado de no quemarnos y lo dejamos enfriar en una rejilla.
Como podéis ver, es una elaboración muy sencilla y queda muy bien. Aguanta 3-4 días sin problemas. Más no sabemos porque nunca nos ha durado más tiempo.
Y así queda al corte.
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