Tortilla de patatas vegana

Hoy tenemos tortilla de patata vegana. Tengo que confesar que las dos primeras veces que la hice el resultado no fue bastante bueno. Pero dicen que a la tercera va la vencida. Y así fue. Tiene buena pinta, ¿verdad?


Ingredientes:

• 350 g patatas 
• 150 g calabacín
• 4 cucharadas soperas harina de garbanzos
• 8 cucharadas soperas agua
• Aceite de oliva o de girasol
• Sal y sal del himalaya (opcional)
• Cúrcuma
• Pimienta
• Un chorrito de zumo de limón

Preparación:

Cortamos las patatas y el calabacín en finas láminas. Con el aceite bien caliente ponemos a freir las patatas y a mitad de fritura añadimos el calabacín. No hay que freirlas demasiado, las patatas tienen que quedar blanditas, no tostadas. Escurrimos bien la patata y el calabacín para que no tengan aceite en exceso y salamos. 

Mientras tanto, preparamos la mezcla para cuajar la tortilla. Diluimos la harina de garbanzo en agua y batimos bien. Añadimos la cúrcuma, la pimienta, la sal del himalaya y el zumo de limón. 

Aplastamos un poquito con un tenedor las patatas y el calabacín para que no se noten tanto las láminas y le añadimos la mezcla de harina. Echamos todo en una sartén untada con aceite y doramos unos 3-5 minutos por cada lado y a fuego medio, para que se cocine bien la harina.

Comentarios de la receta:

Esta tortilla de patatas es apta para todos, para celiacos, alérgicos al huevo y a la leche, y para veganos. 

Como siempre, hay que asegurarse de que la harina de garbanzos sea sin gluten. Aunque naturalmente no tiene, en el proceso de elaboración puede contaminarse.

La cúrcuma le da ese colorcito amarillo además de otorgarle numerosas propiedades curativas, incluso se le atribuye un efecto anticancerígeno.

La sal del himalaya le da un cierto sabor azufrado que recuerda al huevo. Si no tenéis, no os preocupéis, queda bien de todas formas.

El zumo de limón es para neutralizar el sabor del garbanzo y  así quede más suave.